Thyssen: HIPERREALISMO, 1967-2012


Este movimiento artístico nace en Norteamérica a finales de los años 60. En el ámbito anglosajón se le conoce como "Fotorrealismo" y engloba a todos aquellos artistas que se valen de una cámara fotográfica para trasladar la imagen captada a un lienzo (al principio eran fotos, hoy en día con las posibilidades que ofrecen las cámaras réflex digitales, también se apoyan en vídeos tomados con las mismas).

Particularmente, prefiero "etiquetar" a estos artistas bajo el término anglosajón, Fotorrealismo, que al utilizado en la Exposición del Thyssen (Hiperrealista). La diferencia, en cuanto al resultado y los medios no es baladí. 

El Hiperrealismo ofrece imagenes irreales, resultado de la suma de exposiciones de luz que nuestros ojos no pueden captar y cuyo resultado, tras haber sido tratado en un programa informático, es una fotografía. El Fotorrealismo, implica la utilización de múltiples medios (mecánicos, semimecánicos o técnicos), en los que el informático es sólo uno de ellos, y cuyo resultado final nunca es una fotografía, sino una pintura.

El objetivo es crear una ilusión óptica, que basándose en la nitidez de la pintura, provoque la duda constante en el espectador: ¿es un cuadro, o por el contrario, se trata de una fotografía?. Tal es así, que las obras más recientes expuestas, llegan a unas cotas de nitidez en "alta definición".

Fotógrafo: Iván Mª Asenjo del Amo
Lugar: Vestíbulo Museo Thyssen, Madrid (España)

Si os acercáis a la Expo podréis comprobar, de primer ojo, que la mayor parte de los cuadros expuestos resultarán cuánto menos sorprendentes. 

De esta sorpresa inicial, en el caso de que os dediquéis a la fotografía (de manera profesional, o como es mi caso por hobby), saltaréis a la admiración. Un gran número de cuadros se convertirán, inmediatamente, en una fuente de inspiración inagotable. Nos encontramos ante grandes fotografías que, debido al carácter multidisciplinar de sus creadores, posteriormente se han convertido en pinturas.

Hay escaparates, automóviles y motos, restaurantes y cines. Paisajes urbanos panorámicos (utilizan de manera profusa objetivos angulares), pero también  objetos cotidianos agigantados: juguetes de hojalata, botes con caramelos, pinballs. Incluso llegaremos a encontrarnos la reinterpretación de un tema clásico en la pintura, el bodegón.

La Exposición está orientada cronológicamente, estableciendo tres generaciones de pintores. Yo voy a citar mis destacados, por temáticas.

Geografía urbana

Richar Estes, al que ya conocía por su famoso cuadro (residente en la Expo permanente del Museo Thyssen), de las Cabinas Telefónicas (1967) y del que me ha enamorado de igual modo el Nedick´s  (1970). Si os fijáis, este cuadro tiene un aspecto curioso. Se puede comprobar como el autor ha incluido su nombre en la lista de comida disponible en la Hamburguesería.



Clive Head, Saliendo del Metro (2010). El juego de reflejos (espectaculares siempre en todos los artistas del Fotorrelismo), es de una delicada sutileza.



Davis Cone y sus salas de cines y teatros, símbolos de la cultura popular norteamericana en Thompson (1990) y Cameo (1988).




Robert Neffson y el tratamiento de los elementos arquitectónicos geométricos, en La Calle 57 y la Quinta Avenida (2010).


Reinterpretando temas clásicos: el bodegón

Ralph Goings y su reinterpretación en Los Favoritos de América (1989) y Roberto Bernardi con Reunión (2012), impresionante la cenefa que recubre los caramelos.




Panorámicas urbanas

Anthony Brunelli, la Main Street (1994), de una pequeña ciudad cualquiera o El Arno al atardecer (2007).
Bertrand Meniel, con su espectacular nocturna, La ciudad que nunca duerme (2012)






Automóviles, juguetes

Don Jacot, Hora Punta (2009) por su perspectiva y composición , Peter Maier Gator Chomp (2007), con reflejos llevados a su última expresión y la que ha sido elegida por los Comisarios como portada de la Expo: Don Eddy, Sin título (4 VWs, 1971).





He dejado para el final, fuera de clasificación, una estupenda pintura nocturna cuya temática me ha recordado una foto de Robert Adams y, a su vez, un cuadro de Edward Hopper: Robert Gniewek, Gasolina (1990). 


Exposición altamente recomendable. Si estás por Madrid, deberías dejarte caer por el Thyssen. Reserva con antelación,  sino ármate de paciencia porque las colas son como las pinturas, asombrosas.

Saludos ligeramente desenfocados

Texto: Elaboración propia, a partir de material divulgativo del Museo Thyssen para la Exposición Hiperrealismo, 1967-2012.
Cuadros: Recursos obtenidos en la Web.





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