Entorno a una foto de MARC RIBOUD
A veces, cuando visito una Exposición, recibo una "descarga eléctrica" al observar una fotografía.
Cuando esto sucede, ensimismado, aislado del resto de visitantes y amigos, mi mirada deambula intentando registrar cada uno de los detalles de esa imagen.
La última vez que recibí la "descarga", fue al "enfrentarme" cara a cara con la foto de Samuel Aranda (ganadora del World Press Photo del año 2012), en la que se retrata a una madre, Fátima al-Qaws, que sostiene en sus brazos a un joven inerte, su hijo Zayed (en Comentario a la Exposición de Samuel Aranda). El sentimiento de pérdida, de fracaso de toda una humanidad, a mi entender, se haya encerrado en ese instante robado al olvido.
Pues bien, hace un par de Domingos, volvió a ocurrirme.
Visitando con varios "desenfocados" la Expo de MAGNUM´S FIRST (puedes echar un vistazo a la crónica, pinchando en este enlace), quede petrificado al observar esta imagen.
Cuando esto sucede, ensimismado, aislado del resto de visitantes y amigos, mi mirada deambula intentando registrar cada uno de los detalles de esa imagen.
La última vez que recibí la "descarga", fue al "enfrentarme" cara a cara con la foto de Samuel Aranda (ganadora del World Press Photo del año 2012), en la que se retrata a una madre, Fátima al-Qaws, que sostiene en sus brazos a un joven inerte, su hijo Zayed (en Comentario a la Exposición de Samuel Aranda). El sentimiento de pérdida, de fracaso de toda una humanidad, a mi entender, se haya encerrado en ese instante robado al olvido.
Pues bien, hace un par de Domingos, volvió a ocurrirme.
Visitando con varios "desenfocados" la Expo de MAGNUM´S FIRST (puedes echar un vistazo a la crónica, pinchando en este enlace), quede petrificado al observar esta imagen.
© Marc Riboud
Pertenece a una serie realizada a primeros de los 50, en su viaje a través de los países que por aquellos años formaban la Yugoslavia del Mariscal Tito (EX-YUGOSLAVIA, 1953).
El blanco y negro otorga el toque de atemporalidad (¿podrías asegurar que no te encontrarías hoy con estos "protagonistas" en cualquier pueblecito de la extinta Yugoslavia?); la proximidad a la escena de Riboud, hace que prácticamente oigamos los pensamientos del hombre de más edad; y al fondo, ligeramente desenfocada, la mirada soñadora de un joven.
Allí, en la sala de Exposiciones de la Fundación Canal, atisbe un pequeño microrrelato dentro de esta imagen: ¿y si la mirada del joven encerrara la certidumbre de que al cabo de 50 años, él pasaría a ser el hombre de más edad, sentado en primer término?.
Una historia que bien podría estar firmada por el propio Julio Cortázar.
Saludos ligeramente desenfocados
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